Un abogado especializado en Derecho Penal (o abogado penalista), es el que tiene unos conocimientos más amplios sobre este campo del Derecho, gracias a un máster en ello. Es una parte del derecho que tiene una relación directa con el Estado, ya que este organismo es quien se ocupa de las leyes de este tipo, de lo que son entonces delitos, y en tal caso de lo que puede sancionarse.
Son muchos los abogados que prefieren especializarse y de una forma, garantizar a los clientes que les contraten, una mayor garantía de éxito, gracias a estar más formados en determinado tema. Es una forma de centrar sus pasos en la abogacía respecto al derecho.
Estos abogados pueden defender a cualquier persona o empresa que tengan problemas o estén inmersos en un proceso de tipo penal. Debe de procurar una defensa digna con independencia de que su defendido sea o no culpable, siempre aludiendo a la presunción de inocencia, y buscando el mejor resultado para su cliente.
Sus principales labores son:
- Garantizar y asesorar de forma preventiva para no cometer ningún tipo de delito penal.
- Valorar las acciones más convenientes a realizar, en cualquier caso.
- Participa en los juzgados de forma dinámica y proactiva,
- Defiende a las personas que hayan sido víctimas de delito.
De igual manera, defiende a las personas que han sido acusadas de cometer algún delito según lo escrito en el código penal. Velando siempre porque se cumplan todas las garantías constitucionales del cliente.
También puede defender a empresas que se encuentran en problemas de este tipo, o que quiere prevenirlos.
Intentando procurar siempre el mejor servicio para su cliente, buscando las mejores acciones que mejor puedan venirle dependiendo del proceso penal en el que se encuentren. O en caso de llegar a juicio, debe de prepararlo con su cliente, recopilar la información y pruebas posibles, para como ya hemos dicho, siempre debe de intentar llegar a acuerdos lo más ventajosos posibles para sus clientes.
Puede iniciar procesos de apelación si lo viera necesario.
Asesora a su cliente para saber cómo proceder si se llegara a juicio, le ayuda con sus declaraciones y está presente asesorando cuando debe o no que hablar.
Muchos de los delitos en los que trabaja un abogado de este tipo son, por ejemplo: la evasión fiscal, el narcotráfico, la falsedad documental, pero también puede verse inmerso en casos sobre, tortura, violencia intrafamiliar, extorsión, homicidio, secuestros.
Evidentemente, un abogado que se dedique al Derecho Penal, debe de contar con una cualidad que no se aprende en los libros. Lo ideal es que tenga un carácter empático, ser proactivo, perseverante, persuasivo, y disponer de inteligencia emocional. Esto último y la empatía es sin duda una cualidad muy importante, dados los delitos en los que se puede trabajar, pero siempre hasta un punto, para saber no traspasar la línea entre el abogado y el cliente.
Te recomendamos que siempre en caso de tener algún problema de este tipo, recurrir a un abogado especializado, porque siempre va a ser un paso más hacia el éxito.