Básculas industriales de suelo

Origen de la báscula, una necesidad

La existencia del hombre siempre ha estado rodeada de situaciones complejas y prácticamente en todas, ha tenido que hacer mediciones para superarlas, por ejemplo, al salir de la caverna tenía que calcular el tiempo de la salida para que coincidiera con la exposición de las presas, la cantidad de alimento que podía transportar en el tiempo requerido para regresar en momentos menos riesgosos para su integridad. Cuando se hizo sedentario, hace unos 10.000 a.C., entonces comenzó a medir los ciclos de los cultivos, producción, área de siembra, todo para asegurar cantidades de alimento para todo el año.

Cuando despertó el interés por elaborar y comercializar joyas y ante la necesidad de asignar un justiprecio a lo relacionado con esta actividad, el hombre se las ingenió e inventó la báscula, inicialmente, aparato sencillo reportado en Arabia hace 4.000-5.000 a.C., que consta de dos platos metálicos unidos por cuerdas, uno en cada extremo de un pequeño listón de madera, a su vez suspendido en su punto de equilibrio, de tal manera que al colocar en un plato el elemento a pesar y en el otro, pesas de magnitud conocida, el peso del objeto será igual al de las pesas, cuando el listón se posicione horizontalmente.

El uso de la báscula se convirtió en universal y en elemento de encuentro para transacciones entre productores, consumidores y comerciantes, ya que este aparato es imparcial. Ante la necesidad de contar con patrones universales de pesas y medidas, en 1875 en la localidad de Sévres, ubicada en área suburbana de París, Francia, se creó la coordinación mundial de la metrología y se denominó Oficina Internacional de Pesas y Medidas (BIM, por sus siglas en francés), allí se resguarda el patrón original de un kilogramo.

Muchas modificaciones han sido incorporadas a las básculas, principalmente para hacerlas más precisas, adecuarlas a las innumerables necesidades y también a los avances tecnológicos. El principio físico desde las básculas elementales hasta las más avanzadas, es el mismo: medir el peso (p), que es cuantificar la fuerza que la gravedad (g) ejerce sobre una determinada masa (m). Por lo tanto, p = mxg .

Tipos de básculas

Básicamente existen tres grupos de básculas, que muestran claramente como evolucionaron para aumentar la precisión, capacidad de pesaje y facilidad operativa:

  • Básculas con contrapesos, las pequeñas tienen un plato y las grandes una plataforma donde se colocan los elementos a pesar. Estos ocasionan una fuerza en una varilla o palanca que se transmite a una barra graduada, y al deslizar en ésta el indicador del peso (o pilón) hasta alcanzar la posición horizontal de la barra, nos indicará el peso del objeto.
  • Básculas con muelle elástico, han sustituido progresivamente a las de contrapesos, las básculas colgantes o tipo reloj es el mejor ejemplo. Poseen un muelle o resorte que se estira o deforma transitoriamente, de acuerdo a la fuerza gravitacional que actúa sobre la masa del elemento que pesamos, esta fuerza mueve la aguja que indica en el dial el peso respectivo.
  • Básculas electrónicas, también conocidas como básculas digitales, son muy precisas y confiables, además de ser versátiles, pueden ser manejadas hasta por personal no especializado. Este avance en la eficiencia de las básculas fue posible gracias a la incorporación de microprocesadores, programados para realizar al instante, operaciones lógicas y aritméticas y presentarlas en pantalla de forma entendible.

¿Cómo es el funcionamiento interno de una báscula?

La precisión de estas básculas se debe a que cuentan con sensores de carga llamados transductores de fuerza, celdas o células de carga, este componente puede ser de aluminio o acero, es muy resistente pero experimenta una leve elasticidad, se deforma ligeramente cuando se le coloca una carga y, vuelve a su condición original cuando la carga se le retira, estas celdas en la práctica son “muelles”. Para cuantificar la deformación del muelle o celda de carga, se les adhiere firmemente conductores eléctricos denominados galgas extensiométricas o extensiométros, cuatro de éstas, conectadas en forma de anillo forman un circuito o puente de Wheatstone.

Cuando se coloca un objeto en la plataforma de la báscula, el peso deforma ligeramente la celda de carga y como las galgas extensiométricas van adheridas a la celda de carga, pues también se deforman, lo que induce un cambio en su resistencia eléctrica que es convertida a su vez en señal eléctrica por un convertidor analógico a digital y por ultimo un microchip convierte la información en números que revelan el peso en la pantalla.

De hecho, las galgas son sensores fundamentales en la confiabilidad de las básculas, su precisión y durabilidad depende del peso, tamaño y material de elaboración, lo cual se relaciona con la temperatura de funcionamiento, sensibilidad, resistencia a la fatiga, coeficiente de expansión lineal, entre otros aspectos.

Para nuestra tranquilidad, es común que las básculas posean calibración automática, adicionalmente, si el peso colocado supera su capacidad, las células de carga no se deterioran ya que la báscula cuenta con soportes que impiden la deformación excesiva de éstas y por último, las básculas pueden imprimir “tickets” con información de peso, precio, fecha, operador y lote. Si está conectada a un ordenador, la información generada será más valiosa para inventarios y análisis de venta.

Básculas industriales de suelo

Las básculas digitales son ampliamente utilizadas, hay clasificaciones de acuerdo a la capacidad, forma y uso. Un tipo que viene en modelos muy variados, para adaptarse a las necesidades de pequeñas a grandes empresas y hasta para casos particulares de procesos industriales, estas son las básculas industriales de suelo, vienen en presentaciones que se pueden encofrar en el piso (pesaje de camiones), también hay de bajo perfil con plataforma de diversas dimensiones y hasta con rampas, para pesar carga de vehículos como transpaletas. Presentaciones de plataforma en forma de U para pesar palés. Estas básculas deben ser precisas, resistentes al manejo y corrosión. La mayoría soportan pesos hasta de 3.000 kg.

Las básculas industriales de suelo también son eficientes en el pesaje dinámico de elementos, en la dosificación de ingredientes para la elaboración variados productos, en el contaje de unidades de peso individual conocido y en el control de volúmenes de líquidos de acuerdo a la densidad.

Por último, es muy importante que las empresas cuenten con básculas industriales de suelo de modelos actualizados, esto va unido a mayor exactitud, menos riesgos de desperfectos que pudieran causar error en los pesos de los productos expedidos y genera confianza en los clientes. Recuerde, lo normal es que el producto pese lo predeterminado, pero si hay errores, lo primero que piensa el comprador es que es un acto intencional, lo cual horada la imagen de la empresa.

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