Consejos para comprar pescado fresco

Son muchas las dudas que nos surgen a la hora de comprar pescado en el mercado, pero lo que sí que está claro es la necesidad de incluir este alimento en nuestra dieta. 

Para empezar, una de las cosas que tenemos que tener clara, es la confianza en el lugar de venta. Para esto, es fundamental que en este caso la pescadería tenga una buena reputación, unos empleados cualificados para que nos den una buena información y desde luego reúna las condiciones de limpieza necesarias. 

Una vez que estamos en la pescadería, debemos de fijarnos en el estado del pescado, pero de forma global, no solo la carne que está a primera vista. Buscaremos que dicha carne esté firme, que si sufre presión recupere su forma rápidamente. Otro claro indicador es que las escamas estén fijas o que su piel esté brillante, ya que, si esto no es así, lo que nos está diciendo es que ese pescado lleva más tiempo del ideal. Y si por un casual, no encontramos frescura en el pescado que teníamos pensado comprar, siempre es mejor variar nuestra receta, que no comprar algo que no reúna las condiciones. 

Un gran indicador de frescura es el olor. En contra de lo que pensamos, el pescado no posee olor y mucho menos un mal olor. Si lo que vamos a comprar es un pescado de agua salada, el aroma que desprende es a mar fresco, salado, pero nada fuerte. Si lo que vamos a comprar por el contrario es un pez de agua dulce, lo que más nos va a recordar es a un estanque de agua limpia. En el momento que percibimos olores desagradables, ácidos o fuertes, es mejor cambiar de idea y salir de esa pescadería. 

Buscando de nuevo el estado óptimo del pescado que después serviremos en nuestra mesa, debemos de fijarnos en los ojos. Los ojos de nuestro pez deben de estar brillantes, saltones ligeramente y claros. Mientras que, si los encontramos hundidos, nubosos, grises o tristes, nos va a decir que su momento de consumición óptima, ya pasó. 

Otro dato a tener en cuenta, es el estado de sus branquias. Las branquias cuando son de un pescado que está fresco deben de tener un rojo brillante y fuerte. Son muchas las ocasiones en las que si nos fijamos encontraremos que éstas están en tonos marrones o amarillentas, eso quiere decir que ese pescado es viejo y será mejor que cambiemos de pez. 

Y sin en lugar de ir a la pescadería a por pescado recién cortado nos vamos a decantar por pescado ya envasado, hay que desechar cualquiera que contenga algún líquido blanquecino, lechoso. Eso es señal de que su estado de descomposición ha comenzado.  Puede contener algo de líquido, pero muy poco, pero en el momento que se aprecie un tono blanquecino en él o cierta viscosidad, no debemos comprarlo, será un pescado que lleva más días ahí de lo recomendado. 

Detalles tan sencillos como los anteriormente dichos, harán que podamos elegir el pescado en su estado óptimo. Por supuesto, también puedes comprar pescado fresco online.