Evita la cal en tu termo eléctrico

Uno de los problemas más comunes y más graves que podemos tener en nuestro termo eléctrico, es la acumulación de cal. 

La cal, se va depositando en cualquier componente, ya sea la lavadora, el lavavajillas o como hemos dicho en los termos eléctricos, que es lo que nos ocupa. En este caso, la cal se acumula en las tuberías como en las resistencias, formando una capa gruesa y de gran tamaño que general que este aparato se estropee antes y que el consumo eléctrico se dispare, porque gran parte de la energía que destinan a su funcionamiento es desperdiciada.  

La cantidad de cal de agua depende del propio entorno natural. En España, en torno al 80% de los hogares, tienen un agua dura, es decir, un contenido de cal alto. Muchas veces la única forma de darnos cuenta que hay cal en nuestro hogar es en los grifos, olvidándonos que la cal también existe en las tuberías y en cualquier aparato que esté en contacto con agua. La cal, lo único que hace es acortar la vida útil de nuestros aparatos. Dicha cal, lo que hace es dificultar la transferencia calórica de las resistencias al propio agua. La acumulación de cal en el termo, provoca el 25% de las averías de un termo eléctrico. 

La única opción para eliminar la cal de nuestro termo es la prevención. Esto va desde elegir el termo que mejor sea para el tipo de agua que tenemos en nuestra zona, a realizar un mantenimiento constante y adecuado. Y por supuesto, contar con un buen Servicio Técnico Oficial, para que la vida del termo sea más larga. 

* Si quieres más información puedes obtenerla en la web de Chaffoteaux

El mayor enemigo de la cal, no es otro que el ánodo de magnesio. Éste es el componente de mayor importancia para eliminar la posible cal del termo eléctrico. Este dispositivo trata de evitar la corrosión de los diferentes componentes metálicos que tenga nuestro termo por su contacto con el agua debido a una reacción de corrosión galvánica. Dicho de una forma más sencilla, este ánodo de magnesio, atrae la cal, y es el que por así decirlo se “sacrifica” y sufre la corrosión para que otros materiales se mantengan en perfectas condiciones. De hecho, su labor se conoce como “protección catódica”. 

Los ánodos de magnesio son una especie de barras de este elemento que rodean un alambre de acero y que se coloca de forma fija en la cubierta del tanque. Dependiendo del tamaño de los termos pueden tener uno o más ánodos de magnesio. 

Una de las preguntas más comunes que después de leer esto, te puedes hacer es ¿si tiene este ánodo de magnesio porque sigue acumulándose cal en las resistencias? Pues bien, cuando el ánodo en cuestión está colocado junto al lado de la resistencia de cal que se deposita en él se forma un bloque junto con la que se acumula en la resistencia. Si esto sucede, la resistencia tiene menos contacto con el agua y su transmisión tiene una menor eficacia. YU si el ánodo no puede revisarse ni sustituirse de una forma sencilla, el termo pierde la protección que ofrece contra la corrosión que viene de la cal y por lo tanto la vida de nuestro termo se ve mermada, y como bien puedes imaginar, el termo no es un elemento precisamente económico. Es por eso, que vamos a intentar con algún consejo más, alargar la vida útil o con la mayor funcionalidad posible de este elemento.  

Uno de los mejores consejos que os podemos dar, es eliminar la cal del termo para empezar con un correcto mantenimiento. Para esto, es fundamental hacer una revisión periódica del ánodo de magnesio conforme nos indique el manual de instalación del termo, para que si se ha reducido el tamaño de forma que no sea efectiva la protección, se cambie. Algunos modelos, precisamente para poder eliminar la cal y sustituir dicho ánodo, viene separado de la resistencia y así es cambiado y revisado con mayor facilidad. 

Otro consejo para evitar la acumulación de cal es elegir el modelo dependiendo de la dureza del agua, en la zona geográfica que se encuentre, como ya hemos dicho. En zonas con agua blanda se aconseja termos con la resistencia con contacto directo con el agua. Este tipo, al tener el contacto de resistencia y agua, el ahorro energético es mayor, porque se calienta de forma muy rápida. Sin embargo, si hablamos de aguas dura, el termo debe de llevar para bien una resistencia cerámica envainada para que la pieza no tenga contacto con el agua, y de esta forma la acumulación de agua es menor y también porque este tipo de resistencias son sencillas de cambiar y por lo tanto fomenta la vida útil de nuestro termo. 

Y como no debe de ser de otra forma, desde aquí te animamos a que busques termos eléctricos que tengan el mejor servicio técnico posible, porque a veces, no solo vale con el mantenimiento que nosotros podamos hacerlo, sino que necesitamos ayuda externa o explicaciones de un profesional para poder dar solución a diferentes problemas que nos puedan surgir, o bien para que ese equipo venga directamente a arreglarnos una avería. Es importante que si nos damos cuenta que algo no va bien o no como funcionaba antes, es mejor, dar parte al servicio técnico de forma temprana, que esperar y que lo que en sus inicios podía haber sido un problema menor, se convierta en una avería grande o que conlleve hasta el cambio del termo. Se trata de que entre nosotros y nuestros cuidados o si no con la ayuda del servicio técnico, nuestro termo tenga una vida más duradera, que no tengamos que desembolsar una importante cantidad de dinero por tener que cambiar nuestro termo por pura dejadez. 

Aunque inicialmente nos parezca un mundo complicado y que no sepamos cómo proceder, desde la hora en la que entramos a una tienda para comprar un termo nuevo, debemos siempre dejarnos asesorar. También puedes ir un poco con los deberes hechos, y saber cómo es el tipo de agua de tu zona, estudiar online las diferentes opciones en termos que te puedan ser útiles, y que como ya hemos dicho, tengan un buen servicio técnico.