El 72% de los milennials han usado aplicaciones de citas, mientras que hay estudios estadísticos que demostraron que un tercio de los matrimonios en Estados Unidos tuvieron su primera cita de manera online. Estos datos no son sorprendente s si sabemos que más de 50 millones de personas en todo el mundo usan Tinder.
Sabemos que las aplicaciones de citas no siempre funcionan. Mientras que el 72% de los milennials admite usar aplicaciones de citas también se sabe que solo 1 de cada 500 “encuentros” llega a algo más que un simple intercambio de números de teléfono.
Entonces, ¿Por qué seguimos usando aplicaciones de citas si rara vez nos conducen a encuentros en la vida real? ¿Qué nos hace volver por más? ¿Cómo afecta este fenómeno a la forma en que nos tratamos a nosotros mismos o a los demás?
Es importante pararse a pensar profundamente en ello porque aunque no siempre funciona, estamos usando mucho las aplicaciones de citas.
¿Cuánto es «mucho»?
La organización Badoo realizó una encuesta entre sus 370 millones de usuarios y descubrió que los usuarios pasan una media de 90 minutos cada día en citas online.
Badoo descubrió que la mayoría de la gente se conectaba a lo largo del día y que los usuarios pasaban una media de nueve minutos en la aplicación cada vez.
90 minutos es una media. Algunas personas pasan mucho menos tiempo online, mientras que otras invierten más tiempo. Pero todo ese tiempo usando esos servicios seguro está provocando cambios en nuestros cerebros, porque, los humanos, somos criaturas adaptables que reaccionan a los entornos en los cuales está inmerso.
Seguro te estarás preguntado, ¿Qué cambios están provocando exactamente las aplicaciones para citas?
Lo que las aplicaciones para citas le hacen a tu cerebro
Muchos de los productos químicos que se disparan en nuestro cerebro mientras usamos aplicaciones para citas provienen de la «gamificación» de las relaciones de la aplicación.
«Gamificación: la aplicación de la mecánica de los juegos a entornos que no son de juego para hacer más atractivas las tareas difíciles».
Muchos expertos afirman que, las aplicaciones de citas se vuelven adictivas por los cambios neuroquímicos en nuestros cuerpos. Ellos afirman que «Jugar con el teléfono libera endorfinas, el analgésico endógeno de tu cuerpo. Esto puede reducir tus niveles de ansiedad, lo que se siente muy bien, o incluso puede provocar la sensación de plenitud.
Coincidir con alguien en cualquier de las apps para conocer gente inunda tu cerebro con adrenalina porque sientes que has ganado algo. Y se hace a propósito. Después de todo, las recompensas impredecibles causan más actividad en las regiones de recompensa del cerebro que las recompensas que sabemos que vienen.
En palabras del cofundador de Tiner, el hecho de tener premios impredecibles, pero frecuentes, es la mejor manera de motivar a alguien a seguir adelante.
«Cuando se consiguen citas con aplicaciones, se juega con estructuras muy primitivas que no son racionales. Por eso la gente se sienta y lo hace una y otra vez; no se trata del deseo racional de estar en una relación».
La gamificación de las aplicaciones de citas libera la dopamina neuroquímica además de su pareja, la serotonina. En las aplicaciones de citas, la dopamina golpea tu sistema de alguna de las siguientes dos formar:
- Recibes una recompensa impredecible, y tu cerebro te recompensa con una dosis saludable de adrenalina y dopamina.
- Tu cerebro se adapta al sistema de recompensas impredecibles y recompensa preventivamente tu riesgo anticipado.
Básicamente, tu cerebro crea un bucle de retroalimentación – una vez que se acostumbra a la liberación neurológica, aprende a anticipar y recompensar tu propia exposición a la fuente de esa liberación. A esto se lo conoce como un bucle de dopamina. «Es un sentido de recompensa y de búsqueda de más de lo mismo para obtener un golpe de excitación».
A nuestros cerebros les encanta sentirse bien. Queremos sentirnos bien todo el tiempo. Así que no es sorprendente que este bucle de retroalimentación pueda llevar a la adicción y al agotamiento.
El lado negativo de los bucles de retroalimentación de recompensa
Mientras que los sistemas de recompensa neuroquímicos pueden llevar a la excitación y al placer a corto plazo, también pueden llevar a la adicción, al agotamiento y a sentimientos de soledad y aislamiento.
Varios estudios demostraron que había una mayor correlación de preferencia de la interacción social en línea con el uso compulsivo de aplicaciones de citas para individuos con un alto nivel de soledad o ansiedad social.
El uso continuado o compulsivo de aplicaciones para citas puede a su vez explicar los resultados negativos resultantes, como el uso de aplicaciones para citas en entornos profesionales o la elección de aplicaciones para citas de forma consistente sobre las interacciones [cara a cara].
Al intentar evitar perpetuar una red solitaria, los individuos solitarios pueden, de hecho, aislarse aún más mientras buscan una pareja romántica.
Otro estudio demostró, que los hombres que usan Tinder tienen una autoestima más baja que los hombres que no usan la aplicación de citas. Los investigadores encontraron que independientemente del género, los usuarios de Tinder reportaron menos bienestar psicosocial y más indicadores de insatisfacción corporal que los no usuarios.
Todo esto tiene un costo
Uno de cada seis solteros (15 por ciento) dice que se siente adicto al proceso de buscar una cita. Los hombres lo tienen peor, son 97% más propensos a ser adictos a las citas que las mujeres pero las mujeres son 54% más propensas a sentirse agotadas por todo el proceso.
El surgimiento de los fantasmas
Cuando pensamos en la psicología de las aplicaciones para citas, no se trata sólo de nosotros mismos, sino que tenemos que pensar en las implicaciones sociales y en cómo afecta a las interacciones culturales.
Tomemos lo que se conoce como «Ghosting»: cuando un individuo se retira de la vida de una persona e ignora sus intentos de comunicación. Una cuarta parte de las personas encuestadas y que usaban este tipo de apps reconoció tanto haber hecho “ghosting” mientras que una quinta parte reconoció que fueron víctimas de “ghosting”.
Tenemos, simultáneamente, una enorme proliferación de formas de encontrar pareja, y una disminución significativa del riesgo de daño a la reputación como resultado de los pobres patrones de comportamiento en el círculo social de la vida real.
Antes de las citas online, era mucho más probable que salieras con parejas de círculos sociales similares, lo que significa que si te comportabas como un idiota, tus amigos se enterarían.
La normalización del mal comportamiento en las citas, dándole nombres cómicos y casi afectuosos como ‘fantasma’ o ‘submarino’, sólo sirve para permitir a los usuarios restar importancia a lo que de otra manera podría ser considerado como un comportamiento grosero, hostil o inaceptable. Eso que antes era tan mal visto ahora pasó a ser parte de la experiencia cotidiana.
Hay estudios que van más allá y afirman que la interfaz de muchas aplicaciones de citas está perfectamente preparada para un comportamiento antisocial en las citas. El diseño podría contribuir a una objetivación de los perfiles de usuario y el consiguiente comportamiento narcisista y deshonestidad general. Si son sólo personajes de un juego, entonces no tienen sentimientos que herir.
El lado bueno de las aplicaciones para citas
Las aplicaciones para citas aprovechan los bucles de retroalimentación de recompensas de nuestro cerebro, haciéndonos sentir solos y reduciendo el coste social de la objetivación.
Y aun así, hay importantes ventajas dentro de las aplicaciones para citas. Forbes descubrió que los usuarios de aplicaciones para citas tienen más probabilidades de hacer conexiones variadas y diversas. Incuso hay quien va más allá y afirma que las citas en línea conducen a una sociedad más integrada con un aumento de las relaciones interraciales. Afirman que el incremento de matrimonios interraciales se debe en gran parte a estas apps.
Sin mencionar que el 30% de los matrimonios y un asombroso 70% de las relaciones gay son resultado de las citas online. Lo que sí es cierto es que se ha incrementado drásticamente la exposición y la oportunidad de las relaciones a los grupos marginados, especialmente en las comunidades LGBTQ+.
Como en la mayoría de los aspectos de la vida, hay cosas buenas y malas en cada oportunidad. Cuanto más entiendas algo y cómo afecta tu vida, mejor podrás interactuar con ello y prevenir los efectos indeseados.
Si aprendemos a interactuar mejor con las aplicaciones para citas, entonces tal vez podamos aprender a interactuar mejor entre nosotros también.