Terapia con cachorros en pediatría

Os mostramos una actividad muy sencilla para iniciar a nuestro cachorro en el mundo de la terapia asistida con un bebé de 21 meses.

En esta entrada de blog os mostramos una actividad destinada a estimular las áreas del desarrollo en una niña de 21 meses.

La presencia del cachorro hace que la niña se motive por realizar las actividades y juegue con la terapeuta. Además, en este caso concreto, es una niña muy tímida que evita el contacto con personas desconocidas, por lo que el perro nos ayuda como mediador para que la niña acceda a trabajar con nosotros.

En este caso, estaremos estimulando, principalmente, las siguientes áreas:

Motor fino/pinza fina: Cuando pedimos que coja una de las figuras debe realizar una pinza con los dedos para poder agarrarlo.

Discriminación de colores: Pediremos que coja el color rojo, azul, verde… o se lo diremos primero «toma, coge el verde» mostrándoselo. Así, la próxima vez podremos pedirle que coja el verde sin decir cuál es, hasta que aprenda el color. 

Podemos fomentar aún más la discriminación de colores si colocamos sobre el cachorro un fieltro de diferentes cuadrados de colores para que coloque cada figura en su color.

Discriminación de formas: Pediremos que coja el «circulo», el «cuadrado», el «triángulo»… o con figuras de animalitos «el cerdito», «la gallina»… de esta forma mostraremos mediante el juego nuevas palabras y formas.

«Dar la vuelta, delante, detrás»: En el vídeo podemos observar cómo en alguna ocasión la niña trata de pegar la figura al fieltro por la zona donde no hay belcro. Así que le pedimos gestualmente y con palabras que le de la vuelta.

«Estimulación sensorial»: Vamos a trabajar con texturas diferentes, dejaremos que acaricie al perro, que el perro le lama las manos, que le de figuras «de comer» al perrito, de esta manera estará recibiendo muchísima información sensorial de las diferentes texturas y temperaturas (los perros tienen mayor temperatura corporal que los humanos)

«El habla»: Durante toda la actividad estaremos fomentando el habla mediante pedir las diferentes figuras, nombrando los colores, llamando a Kika… 

¿Qué otras cosas podemos trabajar con el cachorro y la niña? Por ejemplo: 

  • Pasear de la correa: si el cachorro está educado podrá ir con el cachorro caminando a su lado, sosteniendo la correa por el asa, como es este caso. Si no está aún educado, el terapeuta, o alguno de los padres puede sostener la correa por la mitad y llevar al cachorro. ¿Qué trabajamos aquí?: Estaremos estimulando la marcha en el niño. Muchos niños que comienzan a caminar piden que les cojan en brazos constantemente. Si ellos están caminando llevando al cachorro no querrán ir en brazos, o al menos, lo pedirán mucho más tarde.
  • Lanzar la pelota: Trabajaremos la motricidad gruesa de los miembros superiores, el control de tronco, la puntería, la coordinación… Además al perro le encanta este juego. Si ya está educado a traer la pelota será mucho más fácil.
  • «Educar a Kika»: Además de lo citado anteriormente en el habla, podemos estimular a la niña mediante órdenes al cachorro. Ella aprendió a decir el nombre de la perrita: Kika, de la terapeuta: Ana y las órdenes «no», «sienta», «ven». que ya forman parte de su repertorio lingüístico, que, no es muy extenso para su edad y por lo tanto estas nuevas palabras aprendidas son un enorme paso en la evolución de la niña.
  • Afectividad: Es un área que se trabaja constantemente con el animal, los niños generan apego por el perro y gracias a ello podemos acceder al niño y lograr el afecto hacia nosotros también. Además, podemos enseñar al cachorro a dar besos. La niña aprendió cómo daba los besos la perrita (acercando la cara hacia ella) y desde entonces se le acerca constantemente para recibirlos. Esto lleva a poder realizar un juego triangular: «Ahora kika me da el beso a mí», «ahora yo a ti»…  y de esta manera aumentamos la expresión afectiva de la niña.

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