Las viviendas ecológicas están de moda. Con tanta casa ecológica y tanto “bio”, sin embargo, es muy fácil que nos perdamos en algunos conceptos. Hoy cuatro términos y trucos para ayudarnos a ahorrar en casa, a la vez que cuidamos el medio ambiente.
Las casas ecológicas, o biosostenibles, bioclimáticas… ¿Con cuál nos quedamos? La proliferación de los productos bío, los apartamentos bioconstruidos y materiales biodegradables está muy bien, pero… ¿Qué significa todo esto? ¿Son solo para gente con dinero o también sirven para ahorrar?
¿Qué es una casa ecológica?
Una vivienda ecológica es aquella que respeta el medio ambiente, tanto en el momento de su construcción como a la hora de su uso. A partir de aquí, es muy difícil que una casa por ejemplo sea 100% ecológica. Dependiendo de su concepto y proceso se clasifican en lo siguiente:
- Bioclimáticas: viviendas que aprovecha el clima para conseguir de forma natural luz, calor, frescor por las noches. Tienen que ver en ello su orientación, ventanas, sistemas de ventilación…
- Bioconstrucción: viviendas construidas a partir de materiales y métodos ecológicos.
- Construcción sostenible: utilización racional de materiales a la hora de construir la vivienda (materiales que se integren con el entorno y extraídos de zonas cercanas).
- Vivienda ecológica: es aquella que se valora más el contenido que el continente. Procuran ser viviendas que ahorren al máximo en luz, agua y energía en general, a la vez que contaminan el mínimo.
A la hora de comprar
Si queremos comprar una casa probablemente no seremos de los que se compran una vivienda con todas las características anteriores, pero sí podemos estudiar que sea un apartamento o casa lo más ecológico posible.
Al comprar, debemos fijarnos en
- Aprovechamiento de la luz.
- Uso racional del agua en la casa (y el resto de energías).
- Que la vivienda disponga de fuentes alternativas de energía.
- Que se haya hecho un uso racional de materiales ecológicos y renovables.
Es bueno antes de comprar pedir asesoramiento no sólo al que vende, sino también a organismos como la Asociación Casa Bioclimática o el IDAE (Instituto para la diversificación y el ahorro de energía).