Después de un par de semanas dedicándoles entradas en nuestro blog, hoy vamos a sustituir los trending topics por algo igual de popular: las historias de éxito. Y es que, a veces, los grandes nombres como Facebook o Groupon eclipsan otros triunfos, como los de Path e Instagram, nuestras estrellas de esta semana.
Ciertamente, ninguno de los dos proyectos es “desconocido”. Sin ir más lejos, aquí ya hablamos el año pasado de ellos: la aplicación de photo-sharing aparecía en la lista de Audrey Watters, “Las 10 mejores start-ups de 2010”, a la que dedicamos un post y la llamada Red Anti – Social fue la protagonista exclusiva de una de nuestras entradas de noviembre. Si vuelven a aparecer aquí es porque los buenos augurios se han confirmado, y porque son muchas las fuentes que han hablado de Path e Instagram estos días. Por ejemplo, SocialTimes “Path ha recibido 8,65 millones de dólares de fondos de capital riesgo… con esta inversión, el dinero total recibido por Path alcanza los 11,2 millones de dólares”. Y además, también han conseguido otra marca, esta vez de “popularidad”: “La compañía también reveló que más de 2 millones de “momentos” han sido compartidos por sus usuarios”.
Claro que no todo son buenas noticias. El autor cita a Om Malik (cuya opinión podéis leer con más detenimiento en GigaOM, que no es, precisamente, un fan de Path: “La compañía proclama que cientos de miles de usuarios han compartido dos millones de momentos. Asumamos que hay 100.000 usuarios de Path, lo que supondría unos 20 momentos por usuario. Y si hay 200.000 usuarios, el número se reduce a 10. No es una gran actividad dentro del site”.
¿Por qué entonces reciben tanto apoyo financiero? En SocialTimes concluyen que los inversores “están apostando más por el equipo que por el producto, lo que no es, para nada, una mala estrategia”. Es cierto que Path también ha introducido algunas mejoras, como las que cita Jolie O´Dell en Mashable, “los clips de vídeo de 10 segundos y emoticonos sencillos… y más que vendrán en las próximas semanas. Personalmente, espero una aplicación para Android”, pero no parecen que justifiquen tal inversión, ¿verdad? El punto de vista de Caroline Mc Carthy en The Social también hace referencia al equipo fundador como la clave de la confianza recibida, algo que comparte con nuestro otro protagonista, Instagram: “Los dos son servicios de photo-sharing centrados, al menos en su lanzamiento, en el iPhone, pero son muy diferentes en estructura: Instagram, con sus filtros retro y su facilidad para compartir en Twitter, Foursquare y otros servicios, está creada para la Web viral; Path permite sólo compartir con otras 50 personas, así que sitúa el foco está en las fotografías de significado personal… pero los enfrentarán el uno contra el otro, especialmente teniendo en cuenta la lista de inversores de Silicon Valley que les respaldan”. Después de un breve (pero exhaustivo) repaso a esa lista, Caroline se pregunta si “juzgar el futuro a largo plazo de una compañía basándose en cuántos antiguos empleados de Facebook la respaldan no será prematuro… aunque las buenas conexiones son todavía un as en la manga, recordemos cuando se decía que Gowalla tenía una gran ventaja sobre Foursquare por sus lazos con la elite de Facebook”.
Como hasta ahora nuestras fuentes están proyectando una imagen no demasiado positiva sobre Path, no queremos dejar de reflejar otros puntos de vista. Eso sí, nos hemos tenido que leer hasta los comentarios a los artículos citados para encontrarlos. Según Jeff Higgins, “son las restricciones de la experiencia las que, de hecho, la hacen mejor. Como ocurre con los 140 caracteres de Twitter. El límite en el número de personas con las que compartir te anima a hacerlo solo con los más íntimos. El resultado es que más gente quiere compartir cosas”. Claro, que enseguida encontramos la contrarréplica: “Twitter tiene un límite de 140 caracteres, pero esos caracteres pueden ser enormemente versátiles, gracias a los links incluidos… Limitar el medio no limita la audiencia ni el contenido… me parece que Path se ha pegado un tiro en el pie, alienando a los usuarios más socialmente prolíficos y limitando su propia promoción viral”, responde Antone Jonson. Podéis encontrar más opiniones en las respuestas al artículo de Om Malink que citábamos con anterioridad.
Pasemos a Instagram. También han recibido su buen dinero, nos cuenta Lauren Indvik. Concretamente, 7 millones de dólares Aún más importante que estos números es el hecho de que Instagram ya ha alcanzado la cifra de 1.750.000 usuarios (a finales de dicembre eran “solo” 1 millón) y de que se suben alrededor de 290.000 fotografías cada día. Y como ocurría con Path, también tiene sus novedades: “Instagram ha introducido las hashtags, que abren el servicio a campañas de marca”.
¿Y dónde reside el éxito de Instagram? Hay dos explicaciones en el artículo de Mike Ziarko en SocialTimes. Primera: “Compartir fotos; después de todo, es lo que al principio hizo tan popular a Facebook”. Segunda: “A la gente le encanta sacar fotografías y colgarlas online, pero la edición de esas fotos era un engorro… Instagram ha convertido la edición en algo tan sencillo y popular como etiquetar fotos; con los filtros instantáneos, incluso las fotografías más borrosas y aburridas pueden parecer atractivas”.
Dejemos por el momento a nuestras dos estrellas de hoy y preguntémonos cuál será “the next big thing”. Por muy importante que sea (que lo es) la confianza de los grandes inversores, aquí seguimos creyendo que son los usuarios quienes convierten a un proyecto en un éxito o en un fracaso. Su número o la popularidad conseguida son factores clave. Por supuesto, la popularidad no solo se mide en términos absolutos, sino también de presencia en un colectivo determinado. Nos explicamos. Hace unas semanas citábamos estas reflexiones de Chris Treadaway, sobre group buying: “El “secreto detallista” hace tiempo que está fuera de la bolsa, y cuantas más empresas se apuntan a hacer ofertas, más pierde el consumidor”. Lo que nos preguntamos hoy es ¿pueden ser los nichos una manera de recuperar ese atractivo? Esa es la propuesta de Fab, “Ofrecer deals diarios al estilo Groupon, para gays”: “Fab.com , ha empezado con su programa porque las deals de Groupon abarcaban demasiado. La existencia de nichos dentro del group buying representa, sin duda, una maduración del mercado… hasta ahora, muchos competidores de Groupon se habían diferenciado por la geografía: Scoop St en Nueva York o Wrazz en Seattle. La entrada de Fab demuestra que el lifestyle puede ser el siguiente elemento diferenciador”.