Cuando adquirimos una casa, la queremos convertir en nuestro hogar y para esto, necesitamos un objeto fundamental: cuadros. Este complemento nos genera sentimientos gracias a los recuerdos, da color, imprime carácter y personalidad. Además, simplemente de forma decorativa, puede convertirse en un elemento sin más o ser el foco o la imagen principal.
El éxito para que un cuadro sea un elemento importante en la decoración, es la manera de exponerlo y cómo lucirlo. Nunca como vemos las cosas es la única manera de verlo, piensa en dar a ese cuadro el lugar que merece. Muchas veces para dar la relevancia a un cuadro, lo colocamos en el centro de una estantería, creyendo que de esta forma vamos a dar una importancia especial. Pero en ocasiones, nos equivocamos, los expertos para dar la importancia que tiene a estos pequeños objetos, nos fomenta hacer combinaciones grupales, combinaciones, en el que puedan convivir tanto objetos como elementos decorativos.
Lo primero es elegir el cuadro, debes de pensar en el espacio del que dispones, ponlo sobre el suelo y haz tu composición primero ahí, para que te hagas una idea. Y como consejo, sácale una foto, a veces, desde la distancia, podemos ver con mejor y más claridad lo que hemos creado y así pensar si es lo que queríamos o no. Y si te ha convencido, reprodúcela en la pared, de esta forma es más sencillo y se dan menos errores, por supuesto. Dale importancia a medir el espacio, porque si no puedes sobrecargar con un cuadro grande una pared pequeña o bien un cuadro demasiado pequeño para una pared excesivamente grande, y se perderá en ella.
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Si por el contrario, donde va a ir tu cuadro, es en un mueble, colócalo de forma consciente. Que esté centrado y al tiempo que quede con holgura entre el mueble y el cuadro. En el caso de que haya más objetos a la misma altura, intenta ponerle a una altura superior, o tal vez un cuadro con una moldura más importante porque para que le dotemos de la importancia que queremos transmitir al verlo.
No siempre nos debemos ubicar en que esté centrado, porque a veces para darle importancia es mejor que quede ladeado, y además le dará un toque original y decorativo.
Si que te recomendamos que si la pared es más alta que ancha, uses cuadros que sean rectangulares, y que sean verticales. Mientras que si son más anchas que altas, es mejor decantarnos por cuadros en horizontal.
Y por supuesto, debemos de señalar que cuando se trata de algo decorativo, si le añadimos que en este caso es algo que va ligado a lo emocional, como es un cuadro, que no se nos olvide que algo subjetivo. Algo que te tiene que gustar a ti, removerse a ti, y nadie más que a ti. Lo que para una persona es importante, y está dotado de belleza, para otra puede ser insignificante y no tener ninguna importancia. Por eso juega, diviértete y pon el cuadro donde realmente a ti te guste y creas que es su lugar.