Todo sobre los riegos agrícolas

El riego agrícola es el suministro de agua a los diferentes cultivos mediante una serie de técnicas y métodos diferentes. 

Dependiendo el tipo de riego puede conllevar una mayor o menor inversión para el usuario, tanto en lo que respecta en la construcción de la infraestructura necesaria como el mantenimiento de ella misma, así como los gastos propios derivados del gasto de agua y demás. No hace falta ni decir que el agua es un elemento absolutamente necesario para cualquier tipo de cultivo. Por lo que el riesgo agrícola es absolutamente imprescindible y más en determinados lugares. Sobremanera en lugares con riesgo de sequía. 

Hay varios tipos de sistemas de riego agrícola. En este caso, son de mencionar cuatro de ellos: microgoteo, goteo, aspersión e inundación. Dependerá del tipo de cultivo, sus dimensiones o del agua que se demanda el tipo de riego que vamos a necesitar. Intentando siempre ser lo más sostenibles posible y buscando la mayor eficiencia agrícola. Ya que apostamos por la sostenibilidad además de cuidar el planeta, vamos a tener un ahorro económico. 

Vamos a explicar brevemente los tipos de riego que existen:

  • Riego por microgoteo: En este tipo de riego se usan rociadores de un volumen más pequeño. Este tipo de riego le hace ser fantástico para huertos y viñedos y se instala en la base de las plantas. Sin duda es uno de los sistemas más en auge. Es una técnica que requiere una inversión un poco mayor que otras, pero sí que aportan una eficiencia de uso de agua a la par que un significativo ahorro. 
  • Riego por Goteo: Dicho tipo de riego, va a necesitar unas tuberías que aplican de una forma directa el agua a la raíz de la cosecha. En algunas ocasiones pueden ir soterradas y de esta forma también evitamos numerosas averías. Es muy importante que las partes que componen el sistema, como pueden ser los tubos riego por goteo, estén en perfecto estado y sean de buena calidad.
  • Riego por aspersión: Este tipo de riego es ideal para cualquier tipo de tamaño, forma e inclinación. El agua es rociada mediante aspersores, y son estos los que llevan el líquido a la plantación. Para este tipo de riego existen varios tamaños de aspersores y los hay de forma móvil o fija.  
  • Riego por inundación: En este caso se aporta toda el agua de una sola vez, con lo que el suelo se moja en su totalidad y de forma uniforme. Pero para que este tipo de riego sea efectivo, debe de ser un terreno nivelado, sin bordes ni sitios en los que pueda quedar estancada.  

En todas estas formas de riego, se busca la mayor eficiencia. Ese dato nos lo va a dar viendo el volumen de agua que el cultivo capta y la cantidad de agua que invertimos en regarlo, ya que tanto por uniformidad como por distribución hay que contar con pérdidas. Si bien es cierto, que las últimas técnicas han mejorado mucho la eficacia tanto en el riego por aspersión como en el riego por goteo. Dejando claro que el menos eficiente es el que se hace mediante inundación, porque ya sea por las características del terreno como por la misma evaporación hay mucha pérdida de agua. 

Ya que el agua es un bien escaso y supone un gasto para el agricultor hay que pensar mucho qué tipo de riego es el que mejor nos conviene.