Consejos para elegir una mesa infantil

A medida que tu hijo crece y los deberes dejan de ser un juego de niños, lo mejor es invertir en una mesa de estudio resistente y con diseño ergonómico. Antes de comprar una nueva mesa de estudio, echa un vistazo a nuestra hoja de trucos que cubre todos los aspectos básicos.

El dormitorio de un niño debe reflejar esencialmente la inocencia, el encanto y la energía juvenil de su adolescencia. Junto con una cama caprichosa y una pared de acento llena de fantasía, una mesa de estudio debería estar en lo más alto de la lista de prioridades. Empieza por hacer un balance de tus necesidades: el tamaño de la habitación de tu hijo para poder decidir el tamaño del escritorio y las soluciones de almacenamiento específicas que se adaptan a las necesidades de tu hijo. Para ayudarte a navegar por todo esto y hacer una compra informada, hemos anotado lo esencial para que el tiempo de estudio de tu hijo sea placentero.

El tamaño importa

Para una habitación pequeña, en la que la idea es ahorrar espacio en el suelo, es aconsejable una mesa de estudio de forma lineal. Puedes apoyarla simplemente contra una pared, o aprovechar el espacio muerto de una esquina. Para las habitaciones de tipo caja de cerillas, lo ideal es optar por escritorios montados en la pared.
En el caso de las habitaciones grandes, hay sin duda más libertades. Puedes optar por un escritorio en forma de U o de L de gran tamaño, ideal si tienes más de un hijo.

Ergonomía de la mesa

Es fundamental comprobar la altura del escritorio. Lo ideal es que una mesa de estudio tenga una altura de entre 26 y 30 pulgadas para que la posición de asiento sea cómoda. Si la altura del escritorio no es la adecuada, opta por una silla con mecanismo ajustable y diseño ergonómico. La mejor manera de comprobarlo es que tu hijo pruebe el asiento y compruebe si la altura del escritorio es cómoda. Asegúrate de que el tablero de la mesa es lo suficientemente amplio como para acomodar un par de libros y un ordenador.

Soluciones de almacenamiento

Para un rincón de estudio, tiene que haber múltiples opciones de almacenamiento para albergar los artículos de papelería y los libros de tu hijo. Opta por compartimentos abiertos para exponer libros, manualidades y otras chucherías. Además, incorpora cajones profundos para guardar los cuadernos y lápices de repuesto.

  • Asegúrate de que hay suficiente espacio debajo del escritorio para que tu hijo se siente cómodamente sin que se golpee las rodillas.
  • Comprueba si los cajones y los herrajes son resistentes. Los cajones deben soportar un uso rudo y ser accesibles en posición sentada sin esfuerzo.

Diseño adaptado a los niños

Busque una mesa de estudio con un diseño adecuado para los niños que no tenga bordes puntiagudos ni afilados. Asegúrate de que está hecha con pintura no tóxica y sin plomo.

Compra un escritorio de madera resistente, acero inoxidable con recubrimiento de polvo o mimbre que pueda soportar el desgaste.

Busca materiales que sean resistentes al agua ya que es fácil de mantener y limpiar.

Movilidad

Si eres de los que mueve mucho los muebles, elige escritorios con ruedas. Las ruedas garantizan que sea más fácil mover el escritorio cuando estés limpiando la habitación o reorganizando los muebles.

El mercado está repleto de diferentes tipos de mesas de estudio que seguro que se adaptan a tus necesidades específicas. Pero lo que debes recordar es que si la mesa de estudio tiene la altura y la profundidad correctas para acomodar la silla, es probable que tu hijo tenga una postura cómoda, lo que a la larga se traduce en más productividad.

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