Tarjetas revolving ¿son rentables?

Las tarjetas revolving están en boca de todos y han sido protagonistas de cantidad de titulares debido a las controversias que se están relacionando con ellas. A raíz de esto ha surgido una nueva normativa cuyo objetivo principal es regularlas dichas tarjetas, pero ¿qué son?

Las tarjetas revolving son como una tarjeta de crédito que te permiten comprar igual que el resto de plásticos tradicionales, pero la diferencia es que utilizan un sistema por el cual el pago se aplaza. Es muy similar al procedimiento de los préstamos, la diferencia es que tu decides cuanto te cobran cada mes hasta que pagues toda la deuda. En caso de no ser capaz de pagar esa deuda establecida a final de mes el banco aplicará un porcentaje de intereses.

La cuestión es que, a pesar de que se pague toda la deuda pendiente el mes que se corresponde los intereses siguen siendo extremadamente altos ya que pueden llegar hasta el 27%. Si no se hace una gestión adecuada la deuda se va acumulando hasta llegar a cifras gigantescas de las que es muy difícil salir.

Por esta misma razón, el Tribunal Supremo ha decidido que esto necesita algún tipo de regulación y ha declarado una sentencia por la que los intereses de las tarjetas revolving deben ser del tipo medio, que se calcula que ronda un total del 20%. El Supremo acusó concretamente a la tarjeta de WiZink de abusiva pues esta es una de las que aumentaba sus intereses hasta el 27%.

En la sentencia del Tribunal Supremo fijó unos criterios por lo que definía que el interés de referencia debía aplicarse como un interés normal de dinero. Esto afecta a la Ley de Usura que fue impuesta en 1908 y que actualmente sigue vigente y es aplicable, esta ley dicta que está prohibido prestar dinero con intereses denominados ‘leoninos’. Un interés leonino es entendido como un tipo de interés que abusivo que se exceden de ambas corrientes y que finalmente suponen un agravante descomedido e desmesurado para el que debe pagar la deuda. Su nombre viene de la fábula de Fredo que narra como un león por ser el más fuerte les roba el botín a otros tres animales solo porque puede, de forma injustificada y abusando de su poder.

La conclusión de esta situación fue que el tipo y el porcentaje de interés de entidades como WiZink que superaron el 20%, número que se establece como la mayor cantidad de interés que se puede establecer para las tarjetas revolving. Para el cliente supone que cuanto más interés tiene una menor capacidad de gasto. El Supremo además advierte de que «se daría el absurdo de que para que una operación de crédito revolving pudiera ser considerada usuraria, por ser el interés notablemente superior al normal del dinero y desproporcionado con las circunstancias del caso, el interés tendría que acercarse al 50%».

También afirman que no es justificable esta subida del interés por el posible riesgo que aparece si ocurre un alto nivel de impagos.
Tras la sentencia las entidades que han sido denunciadas deberán hacer una devolución del dinero a ciertos clientes, pero, ¿cuánto tienen que devolver a sus clientes?

Cada caso es diferente y se deben estudiar de forma individual ya que depende del dinero gastado y del crédito solicitado, pero según los datos proporcionados por Adicae en muchos casos se puede llegar a devolver más de lo solicitado por el cliente. Lo que afirman es que por ahora las devoluciones suelen rondar por una media de 5.000 euros. En el caso de que todos los afectados reclamen los denunciados se enfrentarían a unos pagos que podrían llegar al millón de euros.

Al adquirir una nueva tarjeta del tipo que sea es importante tener claro cuales son los intereses, si es algo legal o si son pagos abusivos. El dinero siempre esta en peligro por lo que hay que saber como protegerse ante casos fraudulentos como el de las tarjetas revolving.

Cada vez que se utiliza la tarjeta de crédito se está poniendo en un posible peligro, la pueden robar, duplicar o incluso se puede perder. Estar atento a tu alrededor es fundamental para evitar estos casos e incluso cada vez más se recomienda hacer los pagos a través de las nuevas formas de enviar dinero como con el móvil, un smartwatch, aplicaciones como Bizum…

También hay que tener claro la forma de actuar frente a estos casos ya que en cuestión de segundos puedes dejar de tener tu tarjeta y perder el dinero de tu cuenta. Por ello en cuanto una tarjeta de crédito desaparezca el primer paso es bloquearla. En muchos casos uno no sabe cual es el procedimiento a seguir por lo que se centra en buscar soluciones por internet. Así lo único que se consigue es perder el tiempo y en estos casos es imprescindible, empresas como TDC se dedican a solucionar problemas de este estilo al llamar a su número de teléfono.

Otras formas de actuar a parte de llamar a algún servicio de anulación de tarjeta, es hacerlo a través de la aplicación móvil del banco, la cual es recomendable tenerla siempre descargada para conocer los movimientos de dinero y saber cuando están robando de las cuentas. En la app hay una opción de bloquear tarjeta en caso de robo o pérdida que paso a paso guiará el proceso de cancelación. Una vez realizado esto se deberá solicitar un nuevo plástico para sustituir el anterior.

Como tercera opción está o llamar al banco y ponerse en contacto con un empleado que guíe el proceso de cancelación y se encargue de hacerlo manualmente o en caso de tener cerca una sucursal también se puede recurrir a ellas y procederán al bloqueo de la tarjeta.

Hacer este proceso lo más rápido posible es recomendable ya que en caso de robo, el propietario de la tarjeta se deberá hacer cargo de los primeros 50 euros que se saquen de la tarjeta y lo ideal es que al actuar en el momento en el que desaparece se evitará cualquier tipo de gasto.

Entre las tarjetas revolving más comunes está la de Wizink, Carrefour Pass, Ikea Family, la tarjeta de Alcampo, de Cetelem y la tarjeta revolving Iberia-BBVA.

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